Caminamos rápido
por las calles de asfalto fino
que guardan pequeños charcos.
Las nubes grises son
el cielo raso del cielo
y lo hacen parecer alcanzable, bajo.
por las calles de asfalto fino
que guardan pequeños charcos.
Las nubes grises son
el cielo raso del cielo
y lo hacen parecer alcanzable, bajo.
Vi las espumillas brillantes tocándolo
y recordé la alegría de los días anteriores
al ver las primeras flores de los palos borrachos.
Las mismas que aparecieron en un sueño
como luces en un camino oscuro.
Si fuera más alta tal vez podría alcanzarlo,
si tuviera una escalera
si me subiera a tus hombros
o si le sacáramos al paredón del vecino el alambre de pua
y entonces me subiera ahí, poniendo un pié delante de otro
haciendo equilibrio, en pose de paso congelado.
y recordé la alegría de los días anteriores
al ver las primeras flores de los palos borrachos.
Las mismas que aparecieron en un sueño
como luces en un camino oscuro.
Si fuera más alta tal vez podría alcanzarlo,
si tuviera una escalera
si me subiera a tus hombros
o si le sacáramos al paredón del vecino el alambre de pua
y entonces me subiera ahí, poniendo un pié delante de otro
haciendo equilibrio, en pose de paso congelado.
Febrero es rosa, me dije.
Y ahora que estoy en casa,
la humedad sube hasta el 5to piso
y las chicharras son mariachis
serenateando desde algún tronco a mi balcón,
pienso que hice bien en no interrumpir
el apuro matinal del sábado,
ni tus pasos largos, ni los míos cortos y ligeros
para decirlo.