Es sábado
juega Juventud.
Los gritos de la hinchada
llegan a casa,
se meten en mi sueño.
Abro apenas los ojos
es sábado pienso
juega Juventud.
juega Juventud.

llegan a casa,
se meten en mi sueño.
Abro apenas los ojos
es sábado pienso
juega Juventud.
Acá, a dos cuadras y cinco pisos,
tapados por la manta de polar rojo
dormimos nosotros.
Arriba de tus piernas y de la manta
el gato
que no sabe de fútbol, ni de días
pero mira mis ojos apenas abiertos
y estira su cuello
hasta que su cara llega a mi mano
y levanta mis dedos.
Sin abrir los ojos
como copiando al gato
acercás tu cara a la mía
te doy un beso.
tapados por la manta de polar rojo
dormimos nosotros.
Arriba de tus piernas y de la manta
el gato
que no sabe de fútbol, ni de días
pero mira mis ojos apenas abiertos
y estira su cuello
hasta que su cara llega a mi mano
y levanta mis dedos.
Sin abrir los ojos
como copiando al gato
acercás tu cara a la mía
te doy un beso.
Es sábado.
A dos cuadras y 5 pisos
seguimos tapados
con la manta de polar rojo.
No hubo goles
la hinchada no suena
respirás como si fueras una máquina a vapor
como si exhalaras el humo de un pucho.
Vuelven ahora el sonido de los perros
y el anuncio del rápido Hurlingham – Villa Crespo
Sí, ya sé, Villa Crespo.
Vuelvo a la siesta
las sombras del balcón empiezan a tomar la pared.
Ahí está el malvón
la imagen es negra pero sé que su flor es roja
como la manta de polar que nos tapa.
El gato se levanta,
vuelvo a la siesta
agradezco tener tiempo
para compartir nuestro cansancio.