sábado, 9 de junio de 2012

tejedora

La imposibilidad de dormir aunque se cargue con todo el sueño.

La chimenea por apagarse y uno desea dormir en ella.

La soledad ataca todos los espacios.

Caminar bordeando (y a veces bordando) la limitación para, después, volver al inicio.

Apretar el botón de autodestrucción una y mil veces sabiendo que no funciona.

Que nunca funcionó ni funcionará.

Asumirse.

Uno es lo que hace y no lo que quiere, evitemos la distracción.

Dijo Julio:
"Había que saber estar solo y que tanto querer hiciera su obra, me salvara o me matara..."