sábado, 6 de abril de 2013

Posibles reencarnaciones


Pensé en mi reencarnación,  pensando en realidad lo que me gustaría ser en este momento.


Luna, vino, frescura y secreto con almendras. No sé sobre integridades, porque no sé lo que es la integridad, lo que eras, ni lo que sos. Integral sólo es el arroz porque es inmutable, nosotras somos esto que cambia, se mueve, canta,  entristece y ríe. En todas esas etapas, en todos esos actos somos nosotras que mutamos. De un esperma a esto.   _________________________________________________


Pensé en mi reencarnación

Canción de cuna. Arrullo. Me gustaría ser esas emes, ese tarareo que resuena en el pecho y calma al bebé, al niño y a mí. ¿Por qué calma? ¿por qué suena?¿por qué lloro?

Canción de cuna que se mece en el río. Río que mueve y provoca la misma canción.
Canción de cuna, cualquiera, menos la del niño que perdió la manzana.  Esa tenía una melodía calma, pero una letra triste y entonces el cuerpo no sabía para dónde ir. Con ella conocí la tristeza
Canción de cuna que mira al niño con los ojos cerrados y sigue sonando por el sólo gusto de mirarlo dormir.
Canción de cuna, valsecito, zamba. 
Canción de cuna que nos mecerá siempre-

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Flor de palo borracho. Flor de palo borracho rosa.
Más allá de mis gusto por el vino y el gin. Flor de palo borracho rosa porque ilumina. Porque cae y porque vuela.
Flor de palo borracho porque surge en febrero cuando ya nadie espera más nada del verano. Cuando el jazmín ya alumbró diciembre y el jacarandá nos hizo levantar la vista para ver su plaga violeta.


Pensé en mi reencarnación, pero ninguna de las cosas que sería son carne.


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