Así está bien.
Lo que pasa cuando veo tu foto,
tu risa,
tus miradas.
Cuando me acuerdo de tus manos,
de tus pies sin zapato asomando por las sábanas,
tu voz,
tu dedo índice parecido a una garra.
No hay palabra que
describa tu ausencia
porque no estás ausente.
Tampoco encuentro forma de escribir tus presencias.
No hay diccionario donde te encuentre.
No hay pretensión literaria, ni estilo narrativo
que de forma a extrañar lo presente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario