miércoles, 26 de junio de 2013

Volviendo

(A Tomás y Alfredo, gracias por
 traer al poeta rollinga a mi vida)

Un señor toca boleros.
San Martín a pilar parando en todas.
Yo leo Casas y me río
del amor del bolero,
del whisky del poeta
de todos mis miedos,
del campo minado.

Una mujer de voz y cadencia parecidas a Violeta Parra
pasa gritando:
“Cuanta ingratitud en este país Argentina.
Cuanta ingratidud.
Ingratitud de todos los tipos, señores.
Cuanta ingratitud en esta tierra Argentina”.

Yo me río de las caras de la gente,
de los instantes mágicos que carga el tren.
Me río por leer que nadie cree
en la posibilidad de organizar el próximo mundial. 

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