martes, 3 de septiembre de 2013

Fragmentos I

Después pensé en buscarte para compartir mi alegría. Para que vieras como cuando sonrío mi boca llega a extenderse, amplia, a lugares insospechados. Aplastando así los cachetes y los cachetes achinando los ojos.

Mis manos están arrugadas. No sé si será el invierno, Buenos Aires está húmedo. Mis manos siguen siendo mis manos.

Fragmentos II


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