miércoles, 4 de junio de 2014

Quinto

Vivimos en el centro de la periferia 
En la única plaza con rol de plaza
en esta ciudad balnearia 
que se olivó la arena,
el mar y la orilla.

Las avenidas vacías a la noche
los semáforos que ignoran
su inutilidad nocturna.

Se apagan las luces del estadio.
Ya las hamacas no suenan
El viento silba. 
Recuerdo que vivo sobre cinco casas
y que las envuelve el mismo sonido de domingo.

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