lunes, 20 de enero de 2014

Piedras; gatos, humanos y Pessoas

Como Pessoa quería la piedra por el sólo hecho de ser piedra.
Por su dureza y su silencio, no por sus representaciones ni sus parecidos, ya que no tenían ninguno.

Yo quiero del hombre su humanidad.
Que en este caso sí suma sentimiento de igualdad-
porque compartimos ese error que nos hace hombres.
No hay persona a la cual pueda separar de su ser humano.
Porque por más espiritual por más incorpórea que parezca
nos iguala nuestra condición.

A veces los gatos nos miran mostrando en su mirada cierto pertenecer a la misma especie.
Pero sólo compartimos el estado de seres vivos.
Confundida, en cuanto le digo al gato
"che estás re humano"
él maúlla ante la lata de atún que estoy abriendo.
Vuelve a convertirse en felino
y ni yo, ni todos los que comparten mi condición,
seríamos capaces de ese salto a la mesada de la cocina
ni de ese sonido, ni de ese lenguaje.

Quiero del gato entonces su condición gatuna,
de la piedra su ser piedra
y de nosotros la falla permanente que hace nuestra existencia.

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