De esas que parecen ir, como imanes,
hacia un sol que nunca tocan
pero tapan.
Sobre ellas el cielo celeste,
debajo y al costado también,
el mismo cielo violeta y naranja.
Más abajo, de las nubes y de mí,
el azul impenetrable
que parece salir del asfalto,
como si la noche viniera del suelo,
de la tierra.
Vivo a la altura de las nubes
que espesas y suaves,
distantes y frías
se desarman, como yo,
en la tarde de agosto.
Hermosísimo poema :) hermoso vivir en las nubes.
ResponderEliminarGracias!
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