sábado, 19 de abril de 2014
Querida, voy a hacer el mejor disco del mundo
El 3 de diciembre de 1965 salía Rubber Soul, el disco Beatle que al día de hoy es fuente de inspiración de muchos artistas, y especial responsable de la creación de Pet Sounds, el disco de Beach Boys que marcaría un antes y un después en la banda y en la música. Cuando el líder de la agrupación californiana, Brian Wilson, escuchó Rubber Soul, quedó deslumbrado con los sonidos y arreglos vocales, con la ligación entre tema y tema que hacía pasar casi inadvertida la transición de una canción a otra. Con el disco como un concepto más allá de la individualidad de sus canciones. Entonces, entre entusiasmado y desafiado por la creación de los chicos de Liverpool, le dijo a su mujer: “Marilyn, voy a hacer el álbum más grande. ¡El álbum de rock más grande jamás hecho!”.
Canceló algunos conciertos y se dedicó de lleno a la preparación de las canciones. Buscó al poeta Tony Asher como dupla creativa. Para enero de 1966 tenían compuestas casi todas las canciones del disco. Los Beach Boys venían de hacer canciones, digamos, sociales (con sociales no nos referimos a canciones de protesta, sino al ámbito en que se desarrollaban). Incluso el disco anterior a Pet Sounds, Party, está grabado con voces de fondo como si estuvieran realmente en una fiesta, donde hacen covers y se ríen de sus propias creaciones. El nuevo trabajo de los californianos rompió con ese clima de jolgorio. Como si se bajaran de las tablas de surf para mirar el mar desde la orilla. Dejaron la fiesta para hacer un pequeño viaje reflexivo.
¿El disco de la madurez quizá? Empezar proponiendo matrimonio, pedir volver a casa, saber que hay respuesta (si hay respuesta es que hay pregunta) y mientras no la haya quedar en manos de Dios poco tiene que ver con el Surfing USA que supieron proponer en sus comienzos. La tapa en la que parecen algo así como pastores irlandeses, llena de colores otoñales, también deja el verano atrás. Definitivamente era una nueva etapa.
En lo sonoro la propuesta reforzaba lo que venían haciendo. Arreglos vocales claros, de voces limpias. Precisos. Y cada sonido, desde los instrumentos clásicos, hasta las bocinas de barcos, trenes y bicicletas; campanas, ladridos de perros y tapas de botellas tienen su momento justo. Es un disco pensado en cada detalle. El coro angelical con el que empieza You Still Believe In Me es de las cosas más lindas que uno puede escuchar. Un arrullo conmovedor que cuando se repite al final de la canción es intervenido por una bocina de bici o la nariz de un payaso que le da un toque pícaro.
Comercialmente Pet Sounds no fue lo que esperaban. Si bien no puede calificarse como fracaso, las ventas fueron bajas en comparación con los discos anteriores de Beach Boys. Como suele pasar con las cosas que salen de lo esperado o establecido, tardó en entenderse. Sin embargo el tiempo hizo justicia. Más tarde Paul McCartney reconoció que Sgt Pepper´s había tomado mucho de Pet Sounds; los arreglos vocales de Flowers de Rolling Stones tienen, también, mucho de este disco. Más adelante bandas como Ramones reconocieron su influencia e incluso, yendo a grupos actuales, se podría decir que By The Way de Red Hot Chilli Peppers fue el Pet Sounds de la nueva generación musical.
Sin embargo Brian Wilson siguió afirmando que el mejor disco de la historia era Rubber Soul, y que no había logrado el objetivo de superarlo. Como sea, la retroalimentación musical de esa época permitió una exploración sonora intensa, sin la que hoy no podríamos concebir todo lo que vino después. Como sea, pasaron 48 años de aquel 16 de mayo de 1966 en que Pet Sounds veía la luz. Podemos discutir si es o no el mejor disco de la historia, o podemos agradecer y homenajear su existencia escuchándolo una vez más.
Original 16/04/2013 para www.undiaunacancion.com
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