Hace rato quedé sin metáforas
mi poesía, si así podemos llamarla,
se limita a describir el sentimiento
de la manera más real que existe y puede.
Hace poco cambié término verdad por real.
Tu primer premio en lo que yo defino como la batalla del lenguaje.
La batalla real es la del lenguaje que no digo
La batalla real es intentar quebrar
.
Pero ya es tarde.
Una vez más me asumo débil.
El sentimiento que no se expresa
no cumple su fin,
no existe.
Nada vale lo que tengo para decir si no lo digo
y una vez dicho
deja de pertenecerme
para ser de quien recibe.
No pido que respondas mi carta.
Pido que la leas
y eso me parece terrible, pero real.
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