José Luis Perales
Por si quieres conocerme (1973)
Elías recomienda la canción del día: “Adquirí el álbum a principios de los 80's en la Tienda de la UNAM, en Ciudad Universitaria; desde que escuché la canción me conmovió, por su profundidad y su simpleza. A la vez, amén de ser algo que a todos nos ha sucedido: nunca olvidar un primer amor”.
El último mes, una nota de la universidad de vaya a saber uno qué decía que la nostalgia era, con su pesadumbre, algo esperanzador. El artículo planteaba que el hecho de recordar el pasado como algo lindo, daba al nostálgico la esperanza de recuperar el pasado o recrearlo. Dolina diría que en caso de recuperar ese pasado lo dejaríamos ir, que el recuerdo es más romántico que el presente siempre (recomendamos Balada de la primera novia, incluido en el libro Las crónicas del Ángel Gris). Mas qué sentido tiene seguir pensándolo, lo escribió Lepera, lo cantó Gardel: Siempre se vuelve al primer amor.
José Luis Perales nació en España en 1945. Según cuentan fue un buen chico, estudió Electrónica y cuando lo llamaron de una productora para decirle que habían escuchado sus composiciones dice que se puso nervioso. La tranquilidad llegó cuando le dijeron que querían que compusiera para otros y no que cantara. Al parecer ni su voz ni su físico servirían para completar el producto discográfico. Perales era el prototipo del buen muchacho, sensible, tranquilo, vergonzoso. Pura ternura. En 1973, después de haberle dado música a otras voces, lo convencieron para grabar. Celos de mi guitarra, la primera canción que dio a conocer, fue un éxito rotundo. Y así el muchachito se abrió camino. Tres año después, sacaba su cuarto álbum Por si quieren conocerme. Perales tenía 31 años cuando cantaba Podré olvidar y hacía una lista de cosas sencillas que dejaban asentada su forma romántica de ver el mundo.
El afán de ser poeta un día, las hojas de otoño, burlas al viento, siestas, campos con juegos de niños. Un sinfín de imágenes hermosas crea cada verso. Imágenes nostálgicas, tonos sepia. Sin embargo, da la sensación que las despide, que las saca del cajón de la mesa de luz para recordar siempre aquel primer amor. Elías, nuestro recomendador, resalta la sencillez de la canción. ¿Qué otro modo hay de hablar del primer amor? ¿Su gracia no está en la inocencia del enamorado?¿En esos sentires extraños que desbordan el cuerpo y el entendimiento? La canción es chiquita y romántica como el Perales que se enamoró por primera vez.
A la vez hay algo poco loco que está en el hecho de enumerar amores. Que llamemos al primer amor, PRIMER anticipa la llegada de más amores que van a ser parte del conteo. Tal vez, como dice el artículo de esa universidad, nos seguimos enamorando en el intento de encontrar otra vez ese desborde incomprensible de sentimientos. Ante ese amor que no funcionó estamos, nostálgicos, con la esperanza de volver a vivirlo. Lean a Dolina, no quiero contarles qué pasa cuando se llega a tan ansiado encuentro.
original para www.undiaunacion.com
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